Damages 2x13. 3 sobre 5.Cómo hacer ochocientos giros en medio minuto y minimizar el shock.
El final de la segunda temporada de Damages se veía venir. Desde el primer capítulo nos venían metiendo una bola como la que perseguía a Indiana Jones. ¿Cómo la sosuna Ellen Parsons iba a ser capaz de disparar a Patty?
No way.
Nadie se lo creía, y en el último capítulo Patty da una muestra de su genialidad organizativa para conseguir meter en apuros a Ultima National Resources y dejar a todos sus colaboradores ojipláticos.
La trama de venganza de Ellen queda en segundo plano. Ella no es capaz de ejecutarla, Patty se sale con la suya, aunque esta vez sin cargarse a nadie. Bueno, exceptuando a su viejo tío Pete. ¿Quién no ha dejado morir a alguien de su familia para conseguir justicia? Total, era viejo, moriría en breve de todas formas.
En el último capítulo nos meten tal batiburrillo de todo lo que ha hecho Patty para llegar a este punto que uno sale un poco confuso. Explican todo muy rápido: Tom engaña a Ellen. El FBI engaña a Ellen. Patty engaña al FBI. Ellen engaña a Patty y se lo dice. Tom en realidad trabaja para Patty. Ellen se arrepiente de llevar doce capítulos rabiosa. Patty engaña a su marido y le utiliza para el caso. Esto es sólo el principio. Casi nada, y todo ocurre en un minuto. ¡Uno necesita otros 12 capítulos para asimilar tanto!
¿Entendéis algo? Si veis el capítulo se entiende, pero como a mi amigo Pableras, se me ha olvidado ya.
Lo malo de Damages es que ya lo vemos venir, después de la primera temporada Patty no puede ser más mala así que, a no ser que mate a Ellen Parsons, nada nos va a sorprender. Bueno, ni eso nos sorprendería, pero se agradece que lo intenten.
Lo bueno de Damages es que nunca hubo malvada mayor que Patty Hewes en la televisión reciente. Lo bueno es el estilismo y la colección de modelitos de Hewes y Parsons, que destilan pasta como en ninguna otra serie, que nadie me hable de los andrajos y modelos de rastrillo de Gossip Girl, Damages es alta costura señores. Lo bueno es ver a Marcia Gay Harden caracterizada de super-business-woman-fatal seduciendo a William Hurt. Lo bueno es que tengan estos dos secundarios de órdago y se permitan ningunearlos al final.
Quiero más Damages porque quiero intentar adelantarme a tanto giro. Y siendo honesto, quiero más Damages por ver a Glenn Close pisando Nueva York con esos taconazos.
No way.
Nadie se lo creía, y en el último capítulo Patty da una muestra de su genialidad organizativa para conseguir meter en apuros a Ultima National Resources y dejar a todos sus colaboradores ojipláticos.
La trama de venganza de Ellen queda en segundo plano. Ella no es capaz de ejecutarla, Patty se sale con la suya, aunque esta vez sin cargarse a nadie. Bueno, exceptuando a su viejo tío Pete. ¿Quién no ha dejado morir a alguien de su familia para conseguir justicia? Total, era viejo, moriría en breve de todas formas.
En el último capítulo nos meten tal batiburrillo de todo lo que ha hecho Patty para llegar a este punto que uno sale un poco confuso. Explican todo muy rápido: Tom engaña a Ellen. El FBI engaña a Ellen. Patty engaña al FBI. Ellen engaña a Patty y se lo dice. Tom en realidad trabaja para Patty. Ellen se arrepiente de llevar doce capítulos rabiosa. Patty engaña a su marido y le utiliza para el caso. Esto es sólo el principio. Casi nada, y todo ocurre en un minuto. ¡Uno necesita otros 12 capítulos para asimilar tanto!
¿Entendéis algo? Si veis el capítulo se entiende, pero como a mi amigo Pableras, se me ha olvidado ya.
Lo malo de Damages es que ya lo vemos venir, después de la primera temporada Patty no puede ser más mala así que, a no ser que mate a Ellen Parsons, nada nos va a sorprender. Bueno, ni eso nos sorprendería, pero se agradece que lo intenten.
Lo bueno de Damages es que nunca hubo malvada mayor que Patty Hewes en la televisión reciente. Lo bueno es el estilismo y la colección de modelitos de Hewes y Parsons, que destilan pasta como en ninguna otra serie, que nadie me hable de los andrajos y modelos de rastrillo de Gossip Girl, Damages es alta costura señores. Lo bueno es ver a Marcia Gay Harden caracterizada de super-business-woman-fatal seduciendo a William Hurt. Lo bueno es que tengan estos dos secundarios de órdago y se permitan ningunearlos al final.
Quiero más Damages porque quiero intentar adelantarme a tanto giro. Y siendo honesto, quiero más Damages por ver a Glenn Close pisando Nueva York con esos taconazos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario